domingo, 30 de junio de 2013

Lámina 7-8




7-8
El día y la noche

Bondad de lo creado

Lo creado es bueno, nada sale defectuoso  de las manos divinas. Esto significa que la creatura es conforme a su fin, esto es se ajusta a la realidad para la que fue creada. Sólo la luz es buena, y sólo a ella se le aplica.


La noche y el día


La luz se identifica con el día y la noche con la tiniebla. Pero ya no es una tiniebla en la que la realidad se diluye en lo informe y vacío, sino que esa obscuridad queda delimitada en un orden cósmico que está irremediablemente abocado a hacer germinar el nuevo día con el amanecer. Por lo tanto el día y la noche son como un recuerdo permanente de la obra creadora de la luz. Y la luz ocupará a partir de ahora su puesto como día. La luz se menciona en primer lugar pues su aparición permite la sucesión de los días y las noches, y esta alternancia será el motor de arranque espacio-temporal en el que se desarrollará la creación


El recuento de los días


Los días se cuentan en Israel de tarde a tarde (Lv 23, 32; Ex 12, 18). Los días en este texto pertenecen al estadio teológico y no al mitológico. Los días se numeran no para contar las obras  sino para configurar la semana, lo que nos indica que en el pasaje no hay ninguna preocupación científica, sino sobre todo teológica y cultual.

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